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CONCOMITANCIA(S)

“El arte no es algo que haga una sola persona, sino un proceso puesto en movimiento por muchos”. (John Cage)

 

Este proyecto pretende indagar en la concepción de lo comunitario como sujetos insertos en un proceso de creciente individualización. En las culturas milenarias lo habitado se materializaba en un centro común, una referencia tanto al símbolo atávico del fuego como a la parábola de la caverna de Platón.

Mediante la creación de un espacio concéntrico, se busca evidenciar la individualidad del sujeto ante la carencia de un habitar comunitario. Dicho espacio ─que permanece en total oscuridad─ sólo se activa cuando el individuo interactúa en la sala, activando –con su movimiento- la luz y el sonido de cada péndulo a medida que observa la proyección de su cuerpo en un paisaje dinámico que traduce la(s) sombra(s) en huella(s) variable(s).

La condición inicial de la sala es oscuridad y pulsión pendular continua y la condición óptima resulta de la activación de los 8 dispositivos simultáneamente. Es en su condición óptima de activación cuando se crea un escenario liberado de la individualidad del sujeto a través del desvanecimiento progresivo de las sombras. La manifestación lumínica de la totalidad del espacio y la construcción sonora de los 16 tonos puros, se manifiestan como ejes constitutivos de la proximidad con el otro.